Greta Thunberg no exige nada, no da lecciones a nadie, no amenaza con el Apocalipsis ni señala con el dedo acusatorio a ninguna gran empresa de hidrocarburos, a ningún líder descabellado y medio psicótico, a ningún país codicioso y miope. Simplemente dice que el mundo, el planeta se muere, que las especies animales están desapareciendo por miles, que el cambio climático está provocando el comienzo de la extinción, que llevamos desde los años 70 del siglo XX anunciándolo científicamente, que ya hemos sobrepasado el punto de no retorno. Y simple, llanamente, que o nos implicamos todos en una Transición Energética a un estilo de vida sostenible…o desapareceremos. El ángel de la muerte es una niña inocente, veraz e inteligente. Es la mensajera de la verdad. El cinismo político tratará de fulminarla desacreditándola o banalizando su mensaje hasta que sea demasiado tarde para rectificar. Quizá nos lo mereceríamos.
En su “Fausto”, Goethe hace decir a uno de sus personajes: “Estamos acostumbrados a ver que el hombre desprecia lo que no comprende”. Los líderes políticos, financieros, incluso los simples ciudadanos que no quieren perder su forma de vida, el derroche, la comodidad, el lujo y musitan rencorosamente que no van a abandonar la lógica del beneficio, la falacia del tener, el ansia acumulativa, desprecian a Greta y su llamada a unirnos para salvarnos. No comprenden la verdad de nuestro oscuro hoy.-ALBERTO DÍAZ RUEDA