Además, tomen nota las empresas, desestimar la experiencia de los empleados mayores es un error. Se ha descubierto en técnicas de resolución de problemas que los cerebros de esas personas -no de todas, sólo los que no han dejado de ejercitar su cerebro- da con soluciones mucho mas rápido y eficazmente que los jóvenes, debido a la capacidad de sus cerebros de saltar pasos intermedios del proceso de búsqueda aprovechando circuitos de memoria que recuerdan problemas semejantes en el pasado. Como dijo el neurobiólogo alemán Martin Korte, "las neuronas resisten más el deterioro cuanto más se usen".
Así que los mayores de 50 años apunten: nada de multitareas, una sola cada vez y con la máxima concentración; pierdan el miedo a fracasar, eso entorpece el éxito y además, uno aprende mucho más de los errores; almacenamos mejor la información si la leemos en un libro, no en pantallas, y tomamos notas o gráficos a mano,la memoria visual es mas eficaz. Escuchar música o aprender a tocar un instrumento, jugar al ajedrez, relacionarte y darle toda la marcha posible al cerebro. Les auguro una vejez activa.-
ALBERTO DÍAZ RUEDA
Si reflexionamos sobre ello o si algún evento dramático o trágico hace que muera alguien a quien apreciamos o amamos, que fallezca de manera inesperada, fulminante, nos damos cuenta de que la esencia de la muerte que conocemos es que es la muerte del Otro. De un otro en el tenemos depositados sentimientos o emociones que nos vinculan estrechamente. De nuestra propia muerte, generalmente no nos enteramos. Mientras tenemos un ápice de vida, apostamos inconscientemente por ella, aunque veamos muy cercano el fin. Algunos incluso llegan a desearlo. Como decía Epicuro "cuando la muerte está, tú no estás; cuando tú estás, la muerte no está". No hay contacto posible entre, sea lo que fuere, tu identidad mental, cerebral, espiritual y la muerte. Cuando ella aparece, todo lo que conforma tu Ser desaparece: con todo el respeto para los que piensan o creen en una "superación" de la muerte con la supervivencia eterna del "alma". Queda el cuerpo, que en ese mismo instante comienza con creciente intensidad un proceso de descomposición. La entropía, segunda ley de la termodinámica, afecta a todo lo que existe, incluido por supuesto ese "bípedo sin plumas y hablante" que es el ser humano.
Algún poeta romántico o ciertos novelistas góticos han elaborado trabajos de muy diferente calidad sobre la presencia de la muerte en la vida humana. En ellos se barajan imágenes y símbolos de lo más variado. Hay culturas que mantienen con ella una relación justa y equilibrada e incluso la saludan y le dan la bienvenida alegre y confiada. El cristianismo, cuyo símbolo máximo es un hombre muerto en la cruz, ha lanzado anatemas terribles contra la muerte, a pesar de creer en la Vida Eterna. Lo cierto es que esa evidencia potencial nos acompaña desde el momento del nacimiento y forma una segunda naturaleza esquiva y no visible junto a nuestro cuerpo, como una sombra inapreciable pero esencial. Conviene pues entender claramente que forma parte de nuestro Ser, según una ley absoluta de la Naturaleza. En tanto "eres", la muerte es la otra cara de tu ser. Vive bien y serenamente el que acepta esa doble vertiente de su persona.
Pasemos a lo que nos puede unir. ¿Unir? Pues sí. Por definición la cultura genuina es una instancia abierta, porosa, en crecimiento permanente, que asimila y recoge todas las aportaciones ajenas por su valor intrínseco, en tanto cuida y alimenta sus características propias (en un clima de hermandad, colaboración y respeto por las culturas vecinas). ¿Por qué es tan difícil de comprender que no hay culturas enemigas, excluyentes, dominantes, hegemónicas? La diversidad es la característica vital, esencial, de la Cultura. Y dentro de ella el respeto mutuo y el diálogo enriquecedor con las otras.
La jerarquía aceptable es: la Cultura como patrimonio de la Humanidad que se va capilarizando geográficamente, primero en grandes espacios continentales, luego en etnias, países, regiones naturales...y todas son importantes y todas cuando se unen enriquecen, cuando se separan se empobrecen.
La instancia política debería partir de un respeto total a la cultura propia y ajena. No es asunto suyo manipularla, imponerla o anatematizarla, aunque sí lo es en lo concerniente a protegerla económicamente y propiciarla socialmente. Si logramos sacar a la cultura de la ecuación política y económica, advertiremos no sin sorpresa que facilita la consecución de idearios políticos dignos del siglo XXI que conducen a la globalización del trabajo por tratar de solucionar los grandes retos de supervivencia que tenemos planteados como especie en este planeta.
Por tanto, volviendo al asunto, cambiemos nuestra caduca y provinciana visión de "lo catalán" como opuesto a "lo español" y viceversa. La división y el enfrentamiento real no es de culturas -o no debería serlo- sino de tolerantes e intolerantes, de personas cultivadas a bárbaros que incendian y destruyen olvidando que el fin nunca justifica los medios. Amemos la cultura, la lengua y las caracteristicas genuinas de la cultura catalana, como amamos cada uno la nuestra regional y familiar. Y exijamos en nombre de la Cultura de todos los pueblos de España que los políticos no sigan creando de la cultura un elemento diferencial que es utilizado de forma excluyente.
Gritemos, codo con codo, con los pacíficos ciudadanos catalanes que caminan juntos por razones políticas, equivocadas o no, que también se enfrentan a la barbarie de las calles, que en su mayoría creen que se pueden buscar soluciones si hay respeto y voluntad política de que las cosas no lleguen tan lejos, que llevan decenios con la sensación –a veces evidente y real- de que no son entendidos, un "todos somos catalanes", y llevemos ese grito humanísimo por el resto de las ciudades españolas, para dejar claro que en toda España apostamos por la paz y el entendimiento...esos dos elementos esenciales de la Cultura común.
ALBERTO DÍAZ RUEDA
Escritor y periodista
Greta Thunberg no exige nada, no da lecciones a nadie, no amenaza con el Apocalipsis ni señala con el dedo acusatorio a ninguna gran empresa de hidrocarburos, a ningún líder descabellado y medio psicótico, a ningún país codicioso y miope. Simplemente dice que el mundo, el planeta se muere, que las especies animales están desapareciendo por miles, que el cambio climático está provocando el comienzo de la extinción, que llevamos desde los años 70 del siglo XX anunciándolo científicamente, que ya hemos sobrepasado el punto de no retorno. Y simple, llanamente, que o nos implicamos todos en una Transición Energética a un estilo de vida sostenible…o desapareceremos. El ángel de la muerte es una niña inocente, veraz e inteligente. Es la mensajera de la verdad. El cinismo político tratará de fulminarla desacreditándola o banalizando su mensaje hasta que sea demasiado tarde para rectificar. Quizá nos lo mereceríamos.
En su “Fausto”, Goethe hace decir a uno de sus personajes: “Estamos acostumbrados a ver que el hombre desprecia lo que no comprende”. Los líderes políticos, financieros, incluso los simples ciudadanos que no quieren perder su forma de vida, el derroche, la comodidad, el lujo y musitan rencorosamente que no van a abandonar la lógica del beneficio, la falacia del tener, el ansia acumulativa, desprecian a Greta y su llamada a unirnos para salvarnos. No comprenden la verdad de nuestro oscuro hoy.-ALBERTO DÍAZ RUEDA
Para muchos, “lo útil” es aquello que nos ayuda a ser mejores personas, los saberes y conocimientos que nos proporcionan bienestar, ver las cosas con mayor lucidez y nos permiten “contagiar” a los que nos rodean, para contribuir a hacer la vida más feliz, quizá más justa y sin duda más bella. Sin embargo en todas las sociedades más adelantadas y progresistas del planeta la lógica del beneficio, la capacidad de producir ganancias inmediatas o beneficios prácticos es lo que define el contenido del concepto “utilidad” referido a una actividad, unos conocimientos o una preparación técnica o humanística. Y es esa grosera simplicidad la que rige actualmente en la empresa o la universidad, en las escuelas o laboratorios, en la investigación o en la ciencia, incluso en las relaciones humanas.
El ensayista italiano Nuccio Ordine apunta:”En el universo del utilitarismo…un martillo vale más que una sinfonía, un cuchillo más que una poesía, una llave inglesa más que un cuadro: es fácil conocer la eficacia de un utensilio mientras que resulta cada vez más difícil entender para qué pueden servir la literatura, la música o el arte”.
Hay que tomar partido, plantar cara a la dictadura del beneficio, reivindicar la esencial utilidad de lo que se califica de “inútil”, aprender a distinguir entre valor y precio, entre el ser y el tener, no dejarse embaucar por la supuesta lógica de lo “útil” en detrimento de la sabiduría, la belleza, la bondad y la verdad “superfluas”, que no “sirven para nada” pero sin las cuales no somos NADIE, pues hemos perdido el sentido y la memoria de ser (humano).- ALBERTO DÍAZ RUEDA
Tras los virtuales cortinajes de lo oculto hay "dioses" menores pero muy poderosos que atienden a los prosaicos nombres de "Google" (Thomas Kurian), "Amazon" (Andy Jassy), "Microsoft" (Satya Nadelia) y "Alibaba" (Jack Ma). Ellos reinan en extensas parcelas de "La Nube" que son hangares enormes, edificios que esconden en sus senos instalaciones gigantescas, incluso mega estancas sumergidas en las frías aguas del norte de Europa, Canadá o Estados Unidos. Son "nubes" independientes entre sí pero que generan unas redes que sirven de provisión, gestión y almacenamiento de miles de millones de datos. Se dice que en en 2024, dentro de cinco años, casi el 90 por ciento de todos los datos particulares, oficiales, de empresas, financieros y científicos emigrarán a la Nube desde los servidores habituales que ahora tenemos; los discos duros y los ordenadores de mesa desaparecerán y estaremos permanentemente conectados a la Nube, esa entelequia formada por media docena de empresas que se reparten el pastel (y también se lo disputan: mejor no entrar en los peligros que entrañan las luchas de poder). Todo será accesible desde cualquier lugar las 24 horas de los siete días de la semana. El mercado laboral será algo impensable en estos momentos. Es un total cambio de paradigma vital. Es como si a un campesino del siglo XIX le sustituyes el burro que el lleva y trabaja con él por un vehículo gravitatorio de avanzada tecnología, sin antes educar a la totalidad del individuo. Es decir, lo malo de un paradigma de estas características es que el sujeto –como demuestra la historia de la humanidad- no evoluciona ni en la dirección ni en la profundidad de los cambios tecnológicos. El problema es que la capacidad humana de irracionalidad y visceralidad son tan altas como siempre, pero la capacidad destructiva se ha multiplicado por un millón. Hay posibilidades de que acabemos todos siendo nefelibatas en el sentido agónico del término: convertidos en nubes de residuos.
ALBERTO DÍAZ RUEDA
Me preocupa la educación que se imparte en España. Creo en una Paideia como norma educativa que tuviera como objetivos –desde primaria y si me apuran, el jardín de infancia- aprender a SER, enseñar principios éticos, respeto a la diversidad de los otros y amor a sí mismo y secundariamente con las demás asignaturas, enseñar a HACER. ¿Para cuándo un Pacto de Estado de todos los partidos sobre educación? El poder político debe sacar las manos del ámbito de la educación. Es necesaria una cierta autonomía pedagógica y profesional en el mundo de la educación y la cultura para evitar que los intereses políticos, (así como el clientelismo y el enchufismo) entren en la educación como perros de caza olisqueando las presas y desconcertando a profesores y alumnos. Cesar Antonio Molina, escritor y ensayista, también ministro, mencionaba en un artículo "la lista de las ocho o nueve leyes de Educación, todas fracasadas, aprobadas y derogadas por el PP o el PSOE en sus rotaciones en el poder". ¿Cómo puede prosperar un proyecto nacional educativo con ese vaivén de "ideólogos", sujetos y clientes de los partidos políticos, por muy buenas intenciones que tengan? Saquen las manos del mundo educativo (y cultural) señores políticos y déjenlo en las manos de profesionales.